Enlace al video del poema aquí

martes, 18 de febrero de 2014

En las sombras me vigila...

Llevo unos días algo desorientado. Creo que algo mareado o con alergia, llevo dos días saliendo con gafas de sol porque la luz excesiva me molesta. Algún virus primaveral que ha entrado en mi cuerpo.

Anoche me acosté en cuanto oscureció porque notaba mi cuerpo pesado y no quería aguantar más despierto, pero algo me sobresaltó de madrugada. Miré a mi alrededor y no había nada, sólo algunas sombras que entraban por la ventana provinientes de los coches al pasar bajo las farolas, el rótulo de la tienda pakistaní de enfrente y una sirena de ambulancia lejana, así que volví a cerrar los ojos.
Al día siguiente desperté tarde, el reloj marcaba las dos de la tarde y el sol se colaba por la persiana medio bajada haciéndome parpadear. Me levanté con una pesadez tremenda en el cuerpo y llamé al trabajo.
Que no debo estar bien, que me he dormido y que en media hora estaba allí. La contestación fue que no me preocupara, que descansara y que no trajera virus, que ya volvería cuando me encontrara mejor. Que mañana me volvían a llamar a ver qué tal. Estupendo....a veces pienso que se portan demasiado bien.....

Así que me tumbé otra vez en la cama, pensando que quizás debería comer algo aunque me dormí enseguida.

Soñoliento desperté en mitad de la noche de un sobresalto, la oscuridad permanecía enganchada en las paredes de mi habitación donde creí adivinar la puerta del gran armario abierta, no recuerdo haberla dejado así pero los ojos se me cerraban dormecinos...............

Después de unas horas volví a despertar con el vértigo de esa sensación que sólo produce la desorientación y tambaleante me dirigí al baño. Puede ser que algo de agua fría despertara esta sinrazón de dormir cual perezoso animal. Veía borroso, y mi figura se desdibujaba en el espejo...blanquecina y cansada.
Debería comer algo, me volví a repetir, aunque después de lavar mi cara con agua fría mi cuerpo se dirigió nuevamente a la cama. Creí oir una especie de campana, un timbre algo chillón lejano y quejoso y cerré los ojos.

Cuando volví a despertar la sensación de desorientación era algo más grave, el reloj no funcionaba y fuera seguía siendo de noche. Miré a mi alrededor. En mi habitación sólo está la cama, una cómoda alta y un gran armario que, ahora, permanecía cerrado.
Cansado de toda esta pesadez pensé en acudir a un médico a la mañana siguiente y, mientras me dirigía a la cocina, pasé por delante del espejo del pasillo. Otra vez mi figura desgarbada, desdibujada, blanquecina, con un ligero enrojecimiento en el cuello, se paseaba camino a una nevera en la que el único contenido era un yogur y un bistec.
Los ojos se me abrieron, cómo deseosos por no haber comido en horas, y devoré el bistec. Así, tal cual, sin cocinar. Y con una sed que quemaba, volví a la cama dispuesto a visitar al médico en cuanto amaneciera.

Pero cuando volví a despertar no era el sol lo que me esperaba, si no la oscuridad pegada a mi habitación y el armario, tan grande, abierto de par en par, como mirándome en la sombra......


*la imagen pertenece a superfamous.com