Estaba sentada con sus labores de costura, sin prisa, hoy podía dejar pasar el tiempo, mientras miraba de reojo a la vieja Mei que descansaba en su sillón favorito de espaldas a la ventana.
Todo estaba en silencio hasta que de repente otra vez ese viento tremendo, repentino, ensordecedor, tanto que esta vez tuvo que taparse los oidos con las manos mientras apretaba los ojos. Incluso dentro de la casa, su pelo se meció.
Al rato paró todo y ella se alisó el vestido y siguió con sus labores sin atreverse a levantar la vista en dirección a la ventana, temiendo que la vieja Mei le obligara a ello.
La vieja Mei era una mujer mayor, nadie en su barrio sabía su edad, hacía mucho tiempo que vivía en esa casa de madera vieja y mal cuidada y el día que necesitó ayuda para poder levantarse de la cama y vestirse acudió a Elora directamente. Había más chicas en su barrio, así que Elora no sabía porqué había acudido directamente a ella, pero aceptó sin rechistar a cambio de una pequeña paga y algo que ella aún no sabía.
- ¿Hologramas? -dijo Mei.
Con un inaudible suspiro, Elora levantó la vista hacia la ventana. Se veía mucha claridad, como si un sol de justicia asolara la tierra. Dejó la costura a un lado mientras se levantaba y se asomaba a la ventana.
Se veía un desierto vacio, sólo arena y al fondo unas montañas marrones sin vegetación. Las montañas parpadearon un par de veces, como una alucinación mal ajustada, aunque allí siguieron otra vez.
- Sí, un holograma.
La vieja no se giró pero asintió con un parpadeo de ojos y un leve asentimiento de cabeza.
Hace un tiempo aparecieron en un lugar con baldosas doradas, hierba por doquier y un gran edificio al fondo, era tan parecido al cuento del Mago de Oz que Elora se giró hacia Mei con los ojos muy abiertos y un gran interrogante en sus pupilas.
Sólo consiguió apenas unas palabras de ella: "No, aquí no."
Hace un tiempo aparecieron en un lugar con baldosas doradas, hierba por doquier y un gran edificio al fondo, era tan parecido al cuento del Mago de Oz que Elora se giró hacia Mei con los ojos muy abiertos y un gran interrogante en sus pupilas.
Sólo consiguió apenas unas palabras de ella: "No, aquí no."
Desde que empezó a cuidar a la vieja Mei que Elora ha visto como la casa, llevada por un inexplicable viento, aparece a veces en tierras extrañas, muy extrañas. Nunca ha querido preguntar qué es lo que pasa, aunque desde el primer dia advirtió que Mei sabía mucho sobre eso. Algún dia preguntaría eso que se le quedaba atascado en la boca cada vez que aparecía un nuevo paisaje por la ventana, eso que tanto parece conocer la vieja Mei.
Así que, mirando que sus pies no pisaran el dobladillo de su vestido, volvió a su butaca fingiendo no haber visto nada de importancia y deseando que el viento las devolviera pronto al barrio de Wind.
Yolanda C.
Sewing by a window - William Kay Blacklock |
Yuls, soy tu fan numero 1, me encanta... Escribes maravillosamente. NO entiendo en absoluto como es posible que no lo hagas en una publicación... en serio!!! muakisss
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras! Me encanta escribir, algún dia me llevará a algun sitio...digo yo...
EliminarBesosssssssss
Me encantó, cuentas con una seguidora más :) te conocí en BEE y te invito a mi blog, espero algún día tener mi espacio donde pueda plasmar tantas historias que se me vienen a la mente, un abrazo
ResponderEliminarhttp://katmayac.blogspot.com/
Gracias por pasarte!! ahora voy de vuelta.
EliminarMe alegra que te guste el relato.
Bessssss
Si a un best seller.... porque escribes de lujo!!
ResponderEliminarLo próximo cari!! jeje
EliminarSuch a wonderful post...I really like your blog.^^
ResponderEliminarMaybe follow each other on bloglovin?
Let me know follow you then back.
Lovely greets Nessa
Thanks!! Now I follow you on bloglovin!
EliminarRegards!
Escribes de maravilla =)
ResponderEliminarAmparo
Gracias!! ^^
EliminarCreo que es la primera vez que entro a este blog tuyo y escribes muy bien guapa!
ResponderEliminar